Director general de negocios de Ercros
J.A. DOMÈNECH
31/07/2019
No ha sido nada fácil el camino de Ercros en estos últimos años. Seguramente, una de las compañías químicas que más frentes ha tenido que abordar en un contexto muy difícil: expuesta a las nuevas regulaciones que han afectado al núcleo de su negocio, a la necesidad de resituarse, al impacto del cierre de varias de sus plantas, entre otros. Y todo ello, teniendo en cuenta que se trata de una gran empresa química ‘nuestra’, que no ejerce bajo el amparo de una multinacional extranjera, ni cuenta con sus recursos. Así, en los últimos 12 años, Ercros ha experimentado una fuerte reestructuración: cierre de plantas no rentables, venta de negocios, reducción costes, mejora de la productividad, cambios tecnológicos, etc.
En todo este tiempo la compañía ha vivido momentos muy difíciles. Como en general ocurrió con todas las empresas, también en Ercros vivimos con mucha tensión los efectos de la Gran Recesión de 2008/2009. Si bien en nuestro caso, antes de esta fecha ya habíamos llevado a cabo varios planes de mejora de la productividad, adelgazamiento de la estructura productiva y reducción de costes que, junto con otros planes de adaptación más focalizados que llevamos a cabo en los años sucesivos, nos permitió resistir en mejores condiciones la crisis económica internacional. Posteriormente, en 2017, tuvimos que volver adaptar nuestra estructura a raíz de la aplicación de la directiva europea que prohibía utilizar la tecnología del mercurio en la producción de cloro y sosa a partir de diciembre de ese año. Afortunadamente, disponemos de una estrategia bien definida que nos está permitiendo superar los distintos retos derivados de la crisis y de una legislación cada vez más exigente, y contamos con un equipo humano comprometido con los objetivos de la compañía para vencer estos retos y sacar partido de las oportunidades. De tal forma que hoy Ercros es una empresa muy bien dimensionada e integrada, que cuenta con unas instalaciones productivas renovadas y más eficientes.
Parece que, finalmente, ha llegado una época para ustedes de mayor calma y de futuro esperanzador. El esfuerzo de modernización y racionalización de las estructuras productivas de Ercros que estamos llevando a cabo se está ya manifestando en mejoras sustantivas de la productividad, en una significativa reducción de los costes fijos y en una capacidad de generar resultados mucho mayor que la que teníamos antes de la crisis de la Gran Recesión. Las inversiones puestas en marcha nos han preparado para que podamos aguantar mejor los vaivenes que nos depare el mercado y situar nuestro suelo de rentabilidad más alto, lo cual es muy importante para empresas como Ercros que operan en sectores cíclicos.
Faltaría culminar el Plan de Adaptación al Cambio Tecnológico (Plan Act), en el que Ercros ha previsto invertir un total de 100 MEUR, que en principio finaliza el próximo año. Así es, el Plan de Adaptación al Cambio Tecnológico, que ya está prácticamente ejecutado, se está desarrollando según lo previsto. Este plan nos ha permitido realizar la adaptación de la producción de cloro y sosa cáustica –por cierto de forma muy exitosa– a la mejor tecnología disponible, modernizar y ampliar la capacidad de producción de nuestras instalaciones, e incorporar mejoras de eficiencia energética. De tal forma que, a finales de este año, estaremos produciendo –íntegramente con tecnología de membrana– un volumen de cloro y sosa similar que el que producíamos antes del cese de las plantas de mercurio. El Plan Act también contemplaba inversiones para ampliar la capacidad de producción de las plantas de polioles y polvos de moldeo en la división de química intermedia, de fermentación y síntesis en la división de farmacia y de productos para el tratamiento del agua de piscinas en la división de derivados del cloro, que permiten una mayor estabilidad a los márgenes.
A la luz de las recientes declaraciones del presidente de la compañía, Antonio Zabalza, este ejercicio “puede ser especial” para Ercros, enfocado a una sustancial mejora. Y recientemente la compañía ha anunciado unos beneficios durante el primer semestre de 10,5 MEUR. ¿Estaríamos hablando de un año de claro despegue para la compañía? El despegue de Ercros ya se lleva produciendo en estos tres últimos años, si bien a mediados de 2018 entramos en una fase descendente del ciclo químico a nivel internacional, que todavía no ha finalizado y que está afectando a nuestra rentabilidad. Sin embargo, confiamos que en la segunda mitad de este año no se repita la configuración adversa que se dio en el mismo período de 2018 porque ya se están observando los primeros indicios de los precios de los productos finales están frenando su caída y el coste de las principales materias primas está claramente descendiendo. También hay que tener en cuenta que a finales de agosto pondremos en marcha un nuevo electrolizador que nos permitirá aumentar la disponibilidad de cloro y sosa. Con la sosa adicional, podremos sustituir parcialmente la que actualmente compramos a terceros y el cloro lo podremos destinar bien al suministro directo a terceros o a la producción de EDC propio en sustitución del ajeno que consumimos en la producción de PVC, toda vez que el EDC es la materia prima que más se ha encarecido.
Por otro lado, las plantas ampliadas de las divisiones de química intermedia y farmacia están ya operando a pleno rendimiento y, a final de año, está prevista la puesta en servicio de la nueva capacidad de la planta de tabletas para el tratamiento del agua de piscinas. Todas estas acciones están dirigidas a mercados perfectamente conocidos y contribuirán a generar mayores recursos por parte de la compañía y, como he dicho anteriormente, a dar una mayor estabilidad a los márgenes.
En el final del proceso de transición desde la tecnología de mercurio a la de membrana, vamos a ver cómo Ercros disminuirá su producción de cloro (298.000 toneladas en 2017 por las 217.000 previstas a cierre de este año), pero sin embargo se apunta a un fuerte ahorro en el consumo de energía con la nueva tecnología. ¿En un contexto de futurible crecimiento de la demanda, no quedarán penalizados?, ¿cómo prevén atender una reactivación del mercado? Es cierto que, a finales de 2019, la capacidad nominal de fabricación de cloro seguirá siendo inferior a la que teníamos antes del cierre de las plantas de mercurio en 2017, sin embargo vamos a fabricar un cantidad similar de cloro debido al mayor ratio de utilización que permite la nueva tecnología. Con relación a la electricidad, nuestra estrategia es reducir la dependencia de esta materia prima, que es de las más importante de cuantas consumimos en términos de facturación, y cuya oscilación de precios es un importante factor de sensibilidad en nuestros márgenes En este sentido, hemos implantado la tecnología de membranas en la producción de cloro, que es hasta un 30% más eficiente desde el punto de vista de consumo eléctrico, y hemos llevado a cabo inversiones de mejora de la eficiencia energética, por un importe de 10 millones de euros. Adicionalmente, en la actualidad estamos estudiando la contratación de electricidad a futuro o a través de contratos PPA (power purchase agreement) a largo plazo.
En sus centros de producción de Tarragona, Ercros acumula 1/3 de las ventas de toda la empresa (684 MEUR en 2018). Y en ellos también se han realizado inversiones significativas. ¿Puede hablarnos de proyectos de futuro en dichas plantas? A parte de la nueva capacidad de producción de cloro y sosa y de las mejoras en la eficiencia energética ya comentadas, hemos ampliado la capacidad de producción de nuestro complejo industrial de Tarragona con nuevas plantas de PVC, hipoclorito sódico, ácido clorhídrico y concentración de sosa. También se han ampliado los almacenes y puntos de carga, además de otras mejoras logísticas.
‘Hay varias empresas que se han interesado por los terrenos de Flix y, si bien, por el momento no tenemos ningún proyecto concretado yo soy optimista al respecto’
La fábrica de Flix ha concentrado gran parte de la atención mediática de la empresa en los últimos años. Está en marcha un proceso de descontaminación de los terrenos que ocupó el centro fabril y que ha de finalizar en 2022. ¿Sigue el proyecto con el ritmo previsto? Sí, el proyecto sigue tal como está planeado. Ya hemos realizado las actuaciones precisas para sanear la única zona de la fábrica que fue declarada oficialmente como contaminada y que no supone más del 8% de la superficie total de la misma, lo cual ha requerido la construcción de una planta de tratamiento de aguas subterráneas; la instalación de cuatro barreras hidráulicas para interceptar dichas aguas; la construcción de 20 pozos para extraer residuos líquidos orgánicos del subsuelo; el confinamiento del depósito histórico con un capping de más de 2 metros de espesor y la construcción de cinco plantas de extracción de vapores para captar los organoclorados del subsuelo. Por otro lado, hemos desmantelado almacenes en desuso, saneado los terrenos afectados y continuado los trabajos de caracterización y control de los diferentes espacios de la fábrica. Y finalmente, estamos procediendo al desmantelamiento de la planta de electrólisis que cerramos en 2017, previo a lo cual ha sido necesario construir un almacén temporal para depositar el mercurio que hemos extraído de las celdas y de los equipos y circuitos de dicha planta. Todo ello con la supervisión de las administraciones competentes. Por otra parte, ustedes han lanzado la posibilidad real de vender o alquilar el terreno de la antigua planta (20 hectáreas) para que se instalen industrias. ¿Existe en este momento algún tipo de negociación con compañías del sector privado? Hay varias empresas que se han interesado por estos terrenos y, si bien, por el momento no tenemos ningún proyecto concretado yo soy optimista al respecto. Le recuerdo que la Generalitat ya declaró la zona como de interés general y que está en trámites de aprobar un paquete de medidas de bonificación fiscal para las empresas que se instalen.
En un contexto general del clúster químico tarraconense, llama la atención que pese a las dificultades que experimenta (costes energéticos, redes cerradas y conexiones ferroviarias) respecto a otros polos, singularmente del resto de Europa, la industria especializada mantiene sus estructuras y sigue invirtiendo en la zona, todo y contando con los déficits mencionados. Es cierto que Tarragona tiene algunos hándicaps que le restan competitividad, pero cuenta con un valor indiscutible: el capital humano. En Ercros continuaremos apostando por nuestras fábricas de Tarragona.
PERFIL Edad: 56 años.Profesión: Ingeniero industrial.Aficiones:: Lectura, ciclismo.Rasgos principales de su carácter: Perseverancia.