T.E.

17/07/2020

El presidente de la AEQT repasó los retos que como sociedad tendremos en la próxima década. David Oliete.

El presidente de la AEQT, Rubén Folgado, reclama a las administraciones medidas urgentes para facilitar que la industria en general, y la química en particular, puedan ejercer de motor de la economía y liderar la recuperación de la crisis. “No son ayudas ni privilegios, sino medidas para equiparar las condiciones con las de nuestros competidores en países vecinos”, afirmó durante su conferencia en el ciclo ‘Una visión cercana  a la recuperación económica’, organizado por la demarcación de Tarragona del Col·legi d’Enginyers Industrials de Catalunya.

 

Folgado estructuró su intervención en cuatro bloques: en primer lugar repasó cómo la industria química había hecho frente a la pandemia, desde el punto de vista de adaptar su día a día y su operativa a las nuevas medidas de higiene, prevención, control… También desde un punto de vista productivo, poniendo en valor cómo las empresas fueron ágiles y flexibles para dar respuesta a las necesidades de la sociedad en momentos tan críticos, a través de la fabricación de hidrogeles y otros agentes desinfectantes, gases medicinales, materiales para EPIs, y productos destinados a la cadena de suministro del sector alimentario. También en este ámbito puso en valor las distintas acciones solidarias y de Responsabilidad Social que llevó a cabo el sector, tanto multitud de empresas a título individual como también la AEQT en conjunto.

 

Un segundo bloque de la ponencia de Folgado repasó las razones por las cuales la industria en general y la química en particular aportan resiliencia y estabilidad a la economía y por qué pueden ejercer de motor de recuperación. El presidente de la AEQT destacó la importancia de alcanzar el objetivo, fijado por la UE, de que el PIB Industrial represente al menos un 20% del PIB, tasa de la que actualmente la economía española está lejos (la catalana tampoco lo cumple). Folgado apuntó, en este sentido, que no es casual que en las regiones de España donde esta condición se cumple (La Rioja, País Vasco y Navarra), la tasa de paro no llega al 10%.

 

Dentro de la industria, el presidente de la AEQT destacó en especial el papel de la química como industria transversal y por tanto como generadora y dinamizadora de multitud de sectores demandantes. Además, repasó los indicadores (como cifras de empleo generado y calidad del mismo, y evolución de las cifras de producción) para evidenciar que la industria química es especialmente resistente y fiable ante las crisis económicas, como se demostró en la de 2008, de manera que en la actualidad está también preparada para liderar la recuperación.

 

Para ello, no obstante, Folgado insistió en una serie de medidas que deben tomarse de manera urgente por parte de las administraciones para posibilitar que, en efecto, la industria en general y la química en particular jueguen ese papel. Medidas que puedan reactivar a dos sectores muy afectados por la pandemia y que son tractores de buena parte de la economía, como la construcción o el automóvil; medidas para equiparar los costes energéticos a los que soportan los competidores directos en otros países de la UE; puesta en marcha de infraestructuras que igualen las condiciones de competitividad de nuestro territorio con respecto a otros de la zona comunitaria… y un largo etcétera.

 

Medidas que en muchos casos se plantean en nombre de la industria en general (forman parte de las propuestas por la Alianza Industrial), en otros casos forman parte de reivindicaciones del conjunto de la industria química española, y que en determinados aspectos son específicas del sector a nivel de Tarragona. Folgado remarcó, en todo caso, que no se trata de ayudas ni de privilegios, sino simplemente de eliminar barreras o sobrecostes que en otros países hace tiempo que ya no existen.

 

Finalmente, en un cuarto bloque, el presidente de la AEQT se refirió a los múltiples retos que como sociedad afrontamos tanto en el horizonte de la próxima década, como también de cara a 2050, en especial en materias como la sostenibilidad y la economía circular, y cómo la Química va a ser la respuesta a muchos de esos retos. El presidente de la AEQT está convencido de que si las empresas, las administraciones y el territorio alinean sus estrategias en esa dirección, Tarragona podrá formar parte de ese futuro decisivo de la Química en el devenir de la sociedad.