T.E.
29/07/2019

 

En línea con lo anticipado en el hecho relevante de 12/06/19, en el primer semestre de 2019 Ercros ha obtenido un ebitda de 29.708 miles de euros y un beneficio de 10.493 miles de euros. Estas cifras son más bajas que las obtenidas en el mismo período de 2018 (un 35,7% y 62,7% respectivamente), pero debe tenerse en cuenta que en el primer semestre de 2018 los resultados fueron particularmente altos.

 

 

La causa de esta reducción de resultados es la continuidad de la fase bajista del ciclo del sector del cloro-sosa iniciada a mitades de 2018, que sin embargo no ha impedido que la cifra de ventas del primer semestre de 2019 haya alcanzado los 345.446 miles de euros, un 3,2% más que la del mismo período del año anterior. Esta subida viene asociada al aumento de la producción experimentado tras la entrada en funcionamiento de la mayor capacidad de las plantas de cloro y sosa, PVC, polioles y productos farmacéuticos de síntesis y fermentación, y se produce a pesar de la caída de precios de venta.

El estrechamiento de márgenes se debe a la coincidencia de esta caída de precios de venta con el aumento del coste de las principales materias primas. En el período de referencia, los aprovisionamientos han aumentado un 9,7% y los suministros un 12,2%. Los aumentos de precio más significativos han sido el del EDC (un 43%) y el de la electricidad (un 12%).

En el capítulo de gastos llama la atención el incremento de los gastos de personal en un 7,3%. La razón de este incremento no es la variación de los salarios, que de hecho han disminuido un 4% debido a la reducción de la plantilla en 42 personas, sino la subida de las cotizaciones de la Seguridad Social, por el aumento de las bases, y una menor aplicación de provisiones de reestructuración.

Por negocios, la división de farmacia ha sido la que ha tenido la evolución más favorable gracias al aumento de los precios y volúmenes de los productos vendidos y al moderado encarecimiento de las materias primas. La cifra de negocios ha aumentado un 5,5% y el ebitda, un 75,4%. La división de química intermedia ha facturado un 4,7% más debido a la mayor disponibilidad de polioles y a la apreciación del dólar respecto del euro. A pesar de ello, el ebitda se ha contraído un 21,8% por el aumento de la presión competitiva y por el ajuste de valoración de las existencias de metanol y otros productos acabados. Por último, al igual que en el resto de los negocios, las ventas de la división de derivados del cloro han aumentado, en este caso un 2,2%, a pesar de la bajada del precio de la sosa y en menor medida del PVC. Sin embargo, el aumento de los precios del EDC, la electricidad y el gas han presionado a la baja al ebitda, que ha caído un 49,8%.

En lo que respecta al balance, entre el 31 de diciembre de 2018 y el 30 de junio de 2019, los activos no corrientes han aumentado en 8.553 miles de euros por las inversiones realizadas, en tanto que el capital circulante ha disminuido en 11.599 miles de euros, principalmente por la reducción de las existencias. Los pagos por inversiones, provisiones y la retribución al accionista (dividendo y adquisición de autocartera) explican el incremento del 7% de la deuda financiera neta, que se ha situado en 135.446 miles de euros. Las provisiones y otras deudas, por su parte, se han reducido en 11.220 miles de euros por los pagos efectuados en el semestre.

La previsión para el cierre del año se ve dificultada por la permanencia de las incertidumbres que están en el origen del cambio de ciclo que ha sufrido el sector industrial en todo el mundo, y por ende el químico, entre las que se encuentran: el conflicto comercial entre EE.UU. y China; el Brexit y su efecto sobre la economía europea; las tensiones entre EE.UU. e Irán y su presión al alza sobre el precio del petróleo; y la decisión de EE.UU. de revisar los aranceles con la UE, particularmente los referentes al sector del automóvil, que afecta de forma especial a Alemania y, por contagio, al resto de Europa.

Constatamos, sin embargo, como factores positivos, los primeros indicios de que el precio de la sosa está frenando su caída; una clara bajada del precio de las materias primas, que afecta también al EDC; y, en comparación con el año pasado, una reducción del precio de la electricidad, por lo menos en el tercer trimestre de 2019. Además, a lo largo del segundo semestre entrarán en funcionamiento las dos últimas ampliaciones de capacidad –de la planta de electrolisis y de la planta de tabletas para el tratamiento de agua de piscinas– que contribuirán a una mejora de los márgenes.

Hechas estas salvedades, estimamos que por razones estacionales los resultados del segundo semestre de 2019 (que incluye los meses de agosto y diciembre) serán previsiblemente más bajos que los del primer semestre de 2019, pero creemos que ya en el cuarto trimestre del presente ejercicio los resultados serán mejores que los del mismo trimestre del año pasado.